Reflexión del Día Internacional de la Mujer
Escrito por: Fernando Gonzales Medrano
Experto en Calidad e Inocuidad Alimentaria
fgonzales@grupolidera.com.pe
El 8 de marzo de cada año celebramos en diferentes países del mundo el día internacional de la mujer, el cual representa la lucha de mujeres en búsqueda de la paz, derechos de igualdad y el anhelo de ser parte activa de un mundo equitativo y justo. Desde entonces, la participación de las mujeres ha sido cada vez mayor en los diferentes sectores de la industria. En la actualidad la presencia de las mujeres es del 61.5% en el sector servicios, 13.5% en el sector industria y del 25% en el sector agricultura mientras que en los puestos de liderazgo, el mundo muestra una participación femenina del 23% en los escaños parlamentarios mientras que la lista Fortune 500 muestra un 4% de mujeres en cargos de dirección general.
Así mismo, es importante considerar que desde los primeros tiempos de la humanidad, la mujer ha perfeccionado habilidades que le permiten obtener ventajas sobre el varón. El haber sido recolectora, en vez de cazadora, le ha permitido agudizar sus sentidos para escoger las legumbres, las verduras, granos y los mejores frutos. Lo que ahora llamamos inspección por atributos y control de calidad. Por esta habilidad que les permite una agudeza visual superior es que el sector agroindustria prefiere al personal femenino en las etapas de selección, clasificación, inspección, auditorías y control de calidad. En por ello que en la actualidad, trabajo con cerca de 120 mujeres en estas actividades.
Del mismo modo, este es un día para reflexionar y ser conscientes que la mujer tiene una capacidad única de proteger y alimentar una nueva vida en su vientre aceptando los advertidos cambios físicos y psicológicos en ella. Uno de los cambios más importantes es el hormonal, cuya finalidad es apoyar el crecimiento y desarrollo del bebé.
Entre los 6 y 7 días después de la concepción se inicia la producción de una hormona llamada gonadotropina coriónica humana (hCG), la cual aumenta a medida que el embarazo progresa generando un desequilibrio hormonal en la madre. A consecuencia de estos cambios hormonales el sistema inmunológico se ve debilitado convirtiendo a la madre en una población susceptible de enfermedades estacionales como la gripe y de enfermedades transmitidas por los alimentos (ETAS). Este incrementado riesgo de contraer bacterias, virus y parásitos provenientes de alimentos contaminados puede provocar abortos espontáneos, partos prematuros, graves problemas de salud en los bebés recién nacidos o la muerte. La Listeriosis es causada por la Listeria y en el feto infectado puede causar discapacidad intelectual, parálisis, convulsiones, ceguera o deficiencias cardiacas o renales. De ser infectado por Toxoplasmosis, el feto puede desarrollar pérdida auditiva, discapacidad intelectual y ceguera. Entre otras ETAS de cuidado están las ocasionadas por Campylobacter, E. coli y Salmonella. Otras poblaciones susceptibles a las ETAS son los niños menores de 5 años, los ancianos y los inmunosuprimidos.
Pero, ¿Qué podemos hacer para proteger la salud de las mujeres embarazadas? Podemos proteger a la madre reduciendo al mínimo los riesgos de infección o enfermedad practicando una adecuada desinfección de las frutas y verduras frescas, realizando una cocción de alimentos por sobre los 75°C, evitando frutos con altos contenidos de pesticidas, separando los alimentos crudos de los cocidos, evitando jugos no pasteurizados y teniendo una alimentación saludable.
Es mi mayor deseo que hoy y todos los días del año sigamos construyendo un mundo más justo, potenciando las habilidades innatas de cada género y que continuemos protegiendo nuestra salud.
Así mismo, es importante considerar que desde los primeros tiempos de la humanidad, la mujer ha perfeccionado habilidades que le permiten obtener ventajas sobre el varón. El haber sido recolectora, en vez de cazadora, le ha permitido agudizar sus sentidos para escoger las legumbres, las verduras, granos y los mejores frutos. Lo que ahora llamamos inspección por atributos y control de calidad. Por esta habilidad que les permite una agudeza visual superior es que el sector agroindustria prefiere al personal femenino en las etapas de selección, clasificación, inspección, auditorías y control de calidad. En por ello que en la actualidad, trabajo con cerca de 120 mujeres en estas actividades.
Del mismo modo, este es un día para reflexionar y ser conscientes que la mujer tiene una capacidad única de proteger y alimentar una nueva vida en su vientre aceptando los advertidos cambios físicos y psicológicos en ella. Uno de los cambios más importantes es el hormonal, cuya finalidad es apoyar el crecimiento y desarrollo del bebé.
Entre los 6 y 7 días después de la concepción se inicia la producción de una hormona llamada gonadotropina coriónica humana (hCG), la cual aumenta a medida que el embarazo progresa generando un desequilibrio hormonal en la madre. A consecuencia de estos cambios hormonales el sistema inmunológico se ve debilitado convirtiendo a la madre en una población susceptible de enfermedades estacionales como la gripe y de enfermedades transmitidas por los alimentos (ETAS). Este incrementado riesgo de contraer bacterias, virus y parásitos provenientes de alimentos contaminados puede provocar abortos espontáneos, partos prematuros, graves problemas de salud en los bebés recién nacidos o la muerte. La Listeriosis es causada por la Listeria y en el feto infectado puede causar discapacidad intelectual, parálisis, convulsiones, ceguera o deficiencias cardiacas o renales. De ser infectado por Toxoplasmosis, el feto puede desarrollar pérdida auditiva, discapacidad intelectual y ceguera. Entre otras ETAS de cuidado están las ocasionadas por Campylobacter, E. coli y Salmonella. Otras poblaciones susceptibles a las ETAS son los niños menores de 5 años, los ancianos y los inmunosuprimidos.
Pero, ¿Qué podemos hacer para proteger la salud de las mujeres embarazadas? Podemos proteger a la madre reduciendo al mínimo los riesgos de infección o enfermedad practicando una adecuada desinfección de las frutas y verduras frescas, realizando una cocción de alimentos por sobre los 75°C, evitando frutos con altos contenidos de pesticidas, separando los alimentos crudos de los cocidos, evitando jugos no pasteurizados y teniendo una alimentación saludable.
Es mi mayor deseo que hoy y todos los días del año sigamos construyendo un mundo más justo, potenciando las habilidades innatas de cada género y que continuemos protegiendo nuestra salud.